lunes, 26 de septiembre de 2011

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Es curioso como cambia el ser humano, cuando eres pequeño lloras casi por cualquier cosa, por que te han quitado un juguete, porque te has rascado la rodilla con un muro de piedra, por el ceño fruncido de tu madre... cada pequeña cosa es un mundo... Yo solía pensar que una cosa que se rompía era irreemplazable, lloré mucho cuando un niño de mi clase en cuarto curso me cogió mi "onda manía" (ese chisme parecido a un muelle que bajaba escaleras solo) e hizo de ella un ovillo de plástico retorcido, fue toda una desgracia, estuve intentado desenredarla horas y lo único que conseguí fue obtener dos onda manías enredadas... Luego me di cuenta de que solamente era un objeto, y que se podía comprar otro igual y además por poco dinero.
Luego viene la adolescencia, esa época negra que temen todos los padres, con toda la razón del mundo, y que una quiere obviar cuando se hace adulta pero que le persigue en forma de diario... cuántas gilipolleces se escriben en un diario.... La gente los guarda como recuerdo... yo arranqué todas las hojas, las rompí en pedacitos pequeños y las esparcí por varios contenedores, por si acaso algún loco energúmeno se le ocurría la idea de buscar todos los trozos, unirlos y leer toda aquella sarta de gilipolleces. También lloraba mucho... Pero todo cambia, aprendes a reprimirte tanto que se forma una pelotita de nervios en tu pecho... que si problemas familiares, que si tu vecina de abajo es una hija de puta drogadicta, que si tu casera es la hija tonta de la Barbie, que si los perros del vecino no paran de ladrar, que si el dueño de los susodichos perros es un cabrón con tendencias homicidas... y un largo etc... cada uno de esos sucesos hacen que esa pelotita crezca y crezca hasta ese día, el día en que definitivamente esa pelotita ha pasado a convertirse en una pelota de NIVEA, grande y frágil, cualquier golpe mal dado puede hacer que reviente. Así que espero que cuando llegue el momento de la tremenda explosión no os pille en un radio de 5 Km. El que avisa no es traidor :)

viernes, 9 de septiembre de 2011

Susto o Muete

Voy a hacer una recopilación de los 3 mejores sustos que me he llevado en toda mi vida o de los que he sido partícipe. He tomado la idea de una entrada del facebook que vi hace unos días, pero como no me podía quedar solo con un susto... aquí tenéis unos cuantos más.

1. Estando yo en mi casa de Pontevedra, una noche como cualquier otra, me levanté en plan zombie a refrescarme el gaznate con un chorretón de líquido elemento, bien fresquito de la nevera. Para los que nunca hayan estado en mi casa, he de decir que la cocina tiene una puerta que da al jardín, como es una casa de campo (o mejor dicho, de monte) tiene su finca y está cercada con un bonito muro de entre hormigón y piedra. Como eran las 4 de la mañana más o menos y todo el mundo estaba durmiendo lo pude oír todo... dos hombres estaban conversando tras la puerta de entrada de la cocina!!! que horror! habían saltado el muro y ahora estaban discutiendo la manera de entrar en mi casa! robarnos y quizá.... dios mío!, pensé, tengo que avisar a mis padres, a la policía, a la guardia civil, los bomberos, el presidente del gobierno... pero como soy una mujer muy intrépida me acerqué a la puerta para poder escuchar bien los planes maléficos de aquellos dos ladronzuelos y.... FÚTBOL??? estaban hablando de fútbol, que clase de ladrón se pone a hablar de fútbol mientras se dispone a cometer esa clase de fechorías.... Entonces escuché una musiquita, algo así como la música del telediario y..... coño! la puta radio! estaba encendida pero muy bajita, y justo estaba situada al lado de la puerta... y yo casi con el cuchillo en la mano....

2. Estábamos viviendo en un piso en Pontevedra, de aquella mi abuela vivía con nosotros y solía dormir con mi hermana y conmigo en una habitación, pero como mi hermano se fue a la Universidad y pasaba toda la semana en La Coruña, mi abuela dormía en la la habitación de mi hermano para no estar tan apiñados.
Aprovechando la ausencia de mi hermano y que nos sobraba una cama en la habitación mi hermana invitó a su amiga Arancha a dormir en casa. Por la noche estábamos las tres en la habitación durmiendo, cuando.... escuchamos un terrible grito! aaaaaaaaaaaaaa! rápidamente encendimos la luz, y la escena que nos encontramos fue dantesca, Arancha estaba semi incorporada en la cama con cara de pavor y mi abuela desdentada y en camisón estaba inclinada sobre ella palpándole la cabeza. Explicación: mi abuela se levantó para ir al baño por la noche, pero la costumbre le hizo volver a nuestra habitación, allí intentó buscar su cama a tientas pero lo que halló fue la cabeza de Arancha, la que profirió un grito aterrador del puro susto.

3. Esta historia no la he vivido en persona, pero es tan buena que la contaré. Mi hermana y su pareja habían llegado a nuestra casa de Mourente un poco tarde, más o menos a la una de la mañana, esa noche no se esperaba que viniesen porque iban a dormir en otro lugar. Mi hermana pensó," si me pongo a hacer ruido los voy a despertar y se van a cabrear, pero si voy sigilosa y los despierto, se van a asustar", así que optó por un término medio y encendió la luz... entonces vio una silueta que se movía lentamente en el piso de arriba tras la pared... mi hermana pregunto: papa?? y este respondió con un grito atronador: QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!, ahí estaba, mi padre, completamente aterrado, en calzoncillos y mi madre detrás de él en camisón con cara de susto, escucharon ruidos y como previsiblemente nadie iba a llegar a casa a esas horas les empezó a funcionar la cabeza... El grito atronador fue por la tensión acumulada...